Este orco territorialista se metió en este castillo porque su tesoro anda por ahí y no quiere que nadie le ponga un dedo encima a sus cosas. Te tira una bola que parece una manzana como si fuese el jugador lanzador de un partido de béisbol y luego se pone a excavar para ponerse a otro sitio y tirarte más manzanas. A darle mientras prepara el lanzamiento, pero hay que esquivar la bola o golpearla, al menos no está el árbitro ese que dice strike 1 hasta el tres y nos saca del partido
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